lunes, 17 de agosto de 2015

Capitulo ciento treinta y dos

CARINA
Me senti diferente, no temí. Esa voz ya la había escuchado antes, la recordaba... Ahora sabía quien era la pequeña que había ido a visitarme al hospital, una lágrima cayó por mi mejilla, Sebastian seguía en frente mío, sin hacer ni decir nada, el lugar estaba tenso y en shock. Tenía que tener coraje, era lo que tanto quise hasta hoy ¿no? ¡Vamos Carina!.
De a poco fui girando hasta quedar en frente de la puerta. Ahí estaba una mujer morocha, pelo castaño hasta los hombros y totalmente desconcentrada ¡Sol! No había cambiado nada, mi vista bajo y ahí estaba mi pequeña, llore, mis piernas temblaron, era ella. Quería abrazarla y pedirle perdón.

Carina: Fran -sonrei-
Francesca: ¡¡¡Mama!!! -corri hasta los brazos de mi mama, la extrañaba horrores-

Cuando mi cuerpo se encontró con el de mi hija de inmediato se recordaron, se sintieron, sin soltarla bese su mejilla, la olí para intentar recordar su aroma, era tan pequeña que temía romperla.
De pronto sentí un mareó, por mi cabeza pasaba un camión sin dejar de hacer ruido, ¡aturde! ¡Duele!. Me separe de mi hija y me arrodille en el piso, tapando mi rostro -aah- me queje, dolía... Dolía mucho.

Sebastian: Sol lleva a Fran
Francesca: papito, papi ¿que le pasa a mama? -presente angustiada-
Sebastian: no pasa nada amor, anda con Sol un momento.

SEBASTIAN
Cuando Fran junto a su tía salieron de la habitación, alce a Carina y la lleve hasta mi cama.

Sebastian: ¿estas mejor?

Ella no me respondió, seguía con sus ojos cerrados, presionando su cabeza con sus manos y gimiendo de dolor. ¡mierda! No me había recibido de médico, ¿que se supone que se debe hacer? Por instinto busque un trapo lo moje y lo apoye sobre su frente, empezó a calmarse, tal vez necesitaba frío. Por sus ojos empezaron a caer lágrimas sin césar, me asuste ¿que sentía? ¿Cuanto le dolía? Tantas preguntas y preocupaciónes y ella... Ella no decía nada.
Sus gestos fueron aflojando, su ceño ya no estaba marcado y no mostraba dolor, estaba volviendo. Mire sus labios estaban entreabiertos sólo quería besarlos pero sabía que no era el momento, bese su mejilla y ahí me di cuenta el porque vale esta historia, por que estoy con ella... Por que cada vez que estoy con Carina hace que todo tenga sentido, me siento fuerte.
Cuando tomé una distancia entre nosotros ella abrió los ojos de a poco.

Carina: Es una nena

Susurro, siento el corazón parar, ¿la a recordado? ¿Ah recordado a Francesca? Es inevitable que mis lágrimas sigan ocultas, las dejó salir. Senti una gran emoción pero a la vez quería estar calmo, no quería ilusionarme con algo que, no era seguro. Tal vez, sólo fue un reflejo de su pérdida de memoria.
No puedo evitar mirarla, se veía tranquila, posesiva, como si nada lo atormentaba.
Carina hunde su mirada en la mía. Están siendo los minutos más intensos en mi vida, pero su sonrisa aparece y mi cuerpo tiembla, se sienta con cuidado y toca mi mejilla limpiando una lágrima, su sonrisa esta intacta y eso me da fuerzas.

Carina: Hola amor... -susurré-

La vida entra a mi cuerpo, mis ojos dan con los suyos y lo se, recuerda... Carina volvió a recordar todo.

Carina: no me dejaron... No se fueron...

Trató de decir algo pero no puedo, me siento un mariquitas, las lágrimas saltan de mis ojos, me siento débil, cansado pero feliz.
Carina volvió y siento que es lo único que importa en este momento, sólo ella, su felicidad y mi hija.
Ella seca mis lágrimas y logró calmarme, sonrió, esta  conmigo.

Carina:  recordé.
Sebastian: yo lo sabía. -susurré-
Carina: perdón.
Sebastian: ¡no! Perdoname vos a mí -carina empieza a llorar ¡no! Seco sus lágrimas de inmediato- no llores, estamos juntos de nuevo... Ya no hay pesadillas, estas conmigo no va a pasar nada. No llores ya.

CARINA
Su rostro baja y hace lo que tanto eh deseado desde que llegue a esta casa, besa mis labios y siento que todo vuelve a su orden, que lo negro vuelve a brillar.
Sus labios dejan los míos suavemente pero su mirada sigue intacta, tan penetrante como él.

Sebastian: te amo.
Carina: también te amo.
Sebastian: ¿lista?
Carina: -lo mire confundida-

SEBASTIAN
Levante a Carina de nuestra cama para ponernos de pie y así ir a ver a nuestra pequeña.

Sebastian: ¿vamos a afrontar la situación?
Carina: no vamos a afrontar ninguna situación esta vez, sólo vamos a ir a malcriar a nuestra hija hasta nuestro último día.
Sebastian: la pesadilla término.
Carina: término.

CONTINUARA...

No hay comentarios:

Publicar un comentario