CARINA
No se en que momento caí a la cama con Sebastian encima mío, no despegamos nuestros labios ni por un segundo, lo extrañaba, lo extraño mas de lo que pensaba.
Sentí la mano de Sebastian por mi espalda y me dio escalofríos, agarró de mi remera y yo lo detuve de inmediato.
Sebastian: ¿paso algo?
Carina: no, sólo que...
Sebastian: disculpa, soy un bruto.
Carina: no, no es eso... Sólo que me da -suspire-
Sebastian: ¿vergüenza?
Carina: Sebastian, cuando a mi me pegaron el tiro, mi abdomen cambio.
Sebastian: vení -dije para luego pararme de la cama-
Hice lo que Sebastian me pidió y me colocó frente a él ¿que iba a hacer? ¿A que se debía esto?
Sebastian: sos hermosa
Agache mi cabeza, ¿porque me intimidó cada vez que me dice algo lindo? Es mi novio.
Sebastian: de verdad lo digo -bese sus dos mejillas y luego su pera, ella sonrió- y ¿sabes que es lo mas lindo?
Carina: ¿que? -dije con voz ronca, sus besos causaban un efecto increíble en mí-
Sebastian: -me acerque a su oído y le susurro- que sos mía -me puse enfrente y sobre sus labios volví a susurrar- toda mía.
Sentí el beso de Sebastian sobre mis carnoso labios y me deje llevar, se volvió fogoso y pasional, quito de mi remera y bajo quedando en rodillas al pisó, sentí que el cuerpo se erizo cuando sus labios chocaron con mi cicatriz, mi maldita cicatriz...
Sebastian: sos hermosa Carina, una cicatriz no te va a cambiar nada ¿sabes? Te amo.
Carina: también te amo.
Quite mi asquerosa cicatriz de mi mente y me enfoque en él, en Sebastian, en mi novio.
Volvimos a unir nuestros labios dejándonos caer sobre la cama, me puse a ahorcadas de él y me adueñe de la situación, o eso es lo que quince intentar, ya que, Sebastian giro dejándome oculta entre su cuerpo.
Beso desesperadamente mi cuello, como si fuese la ultima vez que lo haría, nos quitamos de a poco las prendas que intervenían el contacto de nuestros cuerpos. Una vez ya los dos completamente desnudos pudimos sentirnos como de verdad lo necesitábamos, deposito un sendero de besos por todo mi cuerpo logrando que llegue a mi máximo punto de climax, cuando ya no pude aguantarlo mas grite con mi voz ronca, exitada, su nombre. Él sonrió desesperado y orgulloso.
Nos unimos en alma y cuerpo, desquitando y demostrando nuestro amor por esos minutos.
Sebastian: te amo.
Carina: te amo.
Sebastian: ¿estas bien?
Carina: mejor imposible -susurré sobre su pecho-
Sebastian: ¿te dije que sos la novia más hermosa que podría tener y que te amo te amo y te amo?
Carina: mmm... -levante mi vista para unirla con sus ojos marrones oscuros- no -susurré-
Sebastian: sos la novia mas hermosa que podría tener y te amo te amo te amo.
Carina: -no quite mi sonrisa ni por un segundo- vos también sos el mejor novio y te amo, con locura. -unimos nuestros labios- ¿dormidos?
Sebastian: dulces sueños mi amor.
Carina: dulces sueños mi amor.
CONTINUARA...